En Cuba se tienen reportes sobre las primeras pinturas en las calles (murales), por diarios de viajeros que visitaron la Isla y sus ciudades coloniales a mediados de 1920, donde resaltaban el colorido utilizado por artistas anónimos y el mensaje que tenían muchas en su composición, convirtiendo el Muralismo además de un movimiento artístico en uno social e incluso político para la posteridad.
También destacaban para la época los murales que embellecían las casas cubanas en los salones interiores y en algunos casos daban al exterior.
Un momento importante para el Muralismo Cubano fue en el «Primer Congreso Nacional de Arte» celebrado en Santiago de Cuba (1939), contó con una sección de arquitectura donde se acordó un concurso de pintura para establecer una conexión entre la pintura y el urbanismo, toda esta iniciativa inspirada en la movida del muralismo Mexicano iniciado a principios del siglo XX.
A partir de este Congreso se propuso la creación de un premio anual a la obra donde resalte la colaboración del pintor y el arquitecto, promoviendo el valor educativo y la armonía de las obras en sus entornos.
Esta Iniciativa impulso o estimulo a muchos artistas a pintar murales en edificios públicos.
En la actualidad Cuba se ha convertido en una gran galería de arte urbano al aire libre, sus muros atesoran valiosas obras de arte y hoy gracias a nuestras corresponsales digeribles Janine Doch y Leah Ware, cazadoras incansables de arte urbano.
Fotografías para digerible arte urbano: Janine Doch y Leah Ware
Lugar: Santiago de Cuba – Isla de Cuba
No Comments